Las espadas han sido un símbolo histórico de poder, honor y destreza militar en España.
Desde los antiguos guerreros medievales hasta los caballeros de la Reconquista, las espadas jugaron un papel crucial en la historia bélica y cultural del país.
Pero, ¿qué sucede hoy en día con estas armas? Vamos a resolver estas dudas, analizando su uso, su historia y la legislación vigente.
¿Cuándo se dejaron de utilizar las espadas?
El uso de espadas como arma de combate comenzó a declinar a medida que los avances tecnológicos transformaron la guerra. Con la llegada de las armas de fuego, las espadas dejaron de ser el arma principal en los enfrentamientos.
Sin embargo, su presencia en ceremonias militares y desfiles continuó hasta épocas más recientes y en algunos países a lo largo del mundo todavía conservan gran relevancia social y cultural.
Hoy, las espadas se utilizan principalmente con fines deportivos, de coleccionismo o recreativos, como en la esgrima histórica.

¿En qué año dejaron de utilizarse las espadas?
Es difícil señalar un año exacto en el que las espadas dejaran de emplearse completamente, ya que su desaparición fue gradual.
En España —como en gran parte de Europa— la espada perdió su función práctica entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, coincidiendo con la generalización de las armas de fuego modernas.
Durante el siglo XIX aún se usaban sables y espadas en los ejércitos, sobre todo por los oficiales y la caballería, pero con la llegada de los fusiles de repetición y las pistolas automáticas, su valor como arma de combate disminuyó drásticamente.
A partir de entonces, las espadas quedaron restringidas a usos ceremoniales, de gala o simbólicos dentro de las fuerzas armadas.
En el ámbito civil, las espadas ya habían dejado de ser parte del atuendo cotidiano hacia finales del siglo XVIII, cuando portar una espada por la calle pasó de ser signo de estatus a una costumbre anacrónica.
Desde entonces, su uso quedó limitado a coleccionistas, recreaciones históricas o prácticas de esgrima deportiva.
¿Es legal llevar una espada por la calle en España?
No. La legislación española prohíbe portar espadas o cualquier arma blanca en espacios públicos sin una causa justificada.
Según el Real Decreto 137/1993, de 29 de enero (Reglamento de Armas), y sus posteriores modificaciones, llevar una espada por la calle se considera ilegal, salvo en situaciones específicas y autorizadas.
Solo se permite el transporte seguro de una espada si existe un motivo legítimo, como su traslado hacia exposiciones, museos, entrenamientos de esgrima, rodajes o eventos culturales y recreaciones históricas.
En estos casos, el arma debe ir debidamente envainada, protegida y sin posibilidad de uso inmediato. En resumen, no se puede portar una espada como arma o accesorio en la vía pública, ya que puede considerarse un delito de porte de armas prohibidas o una infracción administrativa grave, dependiendo del contexto.

¿Cuándo se prohibieron las espadas?
En España, no está prohibido poseer o conservar espadas en el ámbito privado, siempre que no se destinen a un uso violento ni se porten en lugares públicos.
La Ley de Armas de 1993 regula su tenencia, transporte y uso, permitiendo que los ciudadanos las conserven en domicilios particulares, museos, academias de esgrima, tiendas de coleccionismo o recreaciones históricas.
Las espadas se consideran armas blancas de uso permitido en colección, exposición o deporte, pero deben mantenerse fuera del alcance de menores y almacenadas de forma segura.
Por tanto, tener una espada en casa o en una colección es completamente legal en España, siempre que se respete su uso decorativo, deportivo o cultural y no se utilice como arma ofensiva ni se lleve por la calle sin justificación.
En cambio, desde el Decreto de 1993 citado en puntos anteriores, su porte en la vía pública sí se ha visto regulado, restringiéndose a casos particulares y prohibiéndose como accesorio o herramienta de defensa personal.
¿Cuándo se empezaron a usar las espadas?
Las espadas comenzaron a utilizarse en la Península Ibérica hace más de dos mil años.
Desde las espadas ibéricas y romanas hasta la famosa espada toledana, España se convirtió en un referente de fabricación de armas blancas de alta calidad.
Durante la Edad Media, las espadas se consolidaron como símbolo de nobleza y destreza militar, siendo fundamentales en batallas de la Reconquista y en combates entre caballeros.















