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Con el descubrimiento del metal, las lanzas se hicieron mucho más efectivas. En casi todas las culturas se utilizaron tapas de metal para proteger la base del mango, y para aportar equilibrio a toda el arma. Se empezó a utilizar en cualquier lanza desde el comienzo de la Edad del Hierro, desde los Vikingos a la Edad Media y más.
Bien hecho de acero suave, da una apariencia mejorada, así como equilibrio a la lanza. Genérico y no representa ningún momento o lugar específico. Listo para montar.
Longitud Total: 12 cm
Peso: 227 gr
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