El origen de la película Kill Bill se remonta a los días del rodaje de Pulp Fiction. Fue durante los descansos entre escenas que Uma Thurman y el brillante director Quentin Tarantino comenzaron a esbozar una historia fascinante: la de una asesina implacable que, tras intentar dejar el mundo del crimen para tener una vida normal, es traicionada y atacada por el grupo de su jefe. Así nació uno de los relatos más memorables del cine moderno.
La historia de Kill Bill: Tragedia y venganza
Todo comienza durante una ceremonia nupcial en medio del desierto. Un comando irrumpe en la pequeña capilla y asesina brutalmente al novio y a los invitados. La Novia —interpretada por Uma Thurman—, embarazada, es dada por muerta, aunque milagrosamente sobrevive al ataque quedando en coma.
Cuatro años después despierta y, con sed de venganza, comienza su letal cruzada contra aquellos que le arrebataron su vida y la de su hijo.
Habiendo trabajado para el letal Destacamento Internacional de Asesinos Víbora, ahora solo tiene un objetivo: vengar la muerte de sus seres queridos. Así se propone eliminar a todos los miembros de la organización criminal uno a uno, culminando su travesía con la confrontación final contra Bill, su antiguo amante y líder de la banda.
¿Quién es Hattori Hanzo en Kill Bill?
Una de las primeras decisiones de La Novia tras despertar es dirigirse a Okinawa. Allí se encuentra con Hattori Hanzo, un legendario herrero japonés y maestro de la espada, considerado el mejor fabricante de katanas del mundo. Desde hacía más de 25 años, Hanzo no había creado una sola arma, sintiendo remordimiento por haber forjado instrumentos diseñados para matar.
Sin embargo, cuando La Novia le revela que su objetivo es eliminar a Bill —un antiguo alumno de Hanzo, cuyo comportamiento había deshonrado su legado—, el maestro decide romper su voto para forjarle una. Durante un mes entero, Hanzo trabaja en una nueva katana, que describe como “la mejor hoja que ha hecho jamás”.
(Espadas como estas, históricamente, requerirían una técnica de forja tradicional de entre 3 y 6 semanas, utilizando acero tamahagane y técnicas como el plegado y el endurecimiento diferencial mediante arcilla, algo coherente con el tiempo mencionado).
La katana utilizada por Uma Thurman fue diseñada siguiendo parámetros estéticos y ergonómicos reales del periodo Edo japonés, aunque incorporando licencias estilísticas propias del cine. El diseñador de producción consultó a expertos en artes marciales y forja tradicional para lograr un resultado visualmente impactante pero funcional en pantalla.
Así, el diseño final presentaba una hoja curva y una longitud aproximada de 70cm, aparentando ser fabricada en acero templado tipo san-mai, técnica empleada para un equilibrado balance entre filo y flexibilidad, y un hamon visible, dando la apariencia de haber usado una técnica de templado diferencial para reforzar su filo manteniendo la flexibilidad. Con una apariencia sobria que, junto al cuidado de esos detalles para asemejar a las katanas tradicionales, resultaba idónea.
Así, esta arma de acero puro, hoja afilada y elegante diseño, símbolo de poder, se convirtió en el emblema de la película.
El legado de Hattori Hanzo
Quentin Tarantino reveló en el material adicional del DVD de Kill Bill que el nombre de este personaje es un homenaje directo al legendario Hattori Hanzō, un ninja y samurai real del siglo XVI. Aunque no se menciona explícitamente en pantalla, el herrero de la película sería un descendiente de aquel guerrero histórico.
Este detalle añade una capa adicional de profundidad al universo cinematográfico de Tarantino.
(Imagen de una la Katana Hattori Hanzo, réplica)
La relevancia de las Espadas en Kill Bill
Escena icónica: La Galería de Espadas Japonesas
La secuencia en la que Thurman sube al piso superior del bar de Hanzo para contemplar su colección de espadas es de las más reverenciadas. Con un aire solemne y casi sagrado, muestra a La Novia, cargada de respeto, dudando incluso en tocar una de las legendarias hojas. Esta escena expresa el profundo significado de las katanas en la cultura y el misticismo que rodea las espadas Hanzo en la trama, consideradas obras de arte mortales.
Además deja ver que, a diferencia de muchas espadas japonesas del periodo Muromachi, estas parecen inspirarse en el estilo Shinogi-Zukuri, con una línea de corte bien definida y un peso más ligero para maximizar la velocidad de ataque.
Espadas emblemáticas de Kill Bill
Uno de los elementos más icónicos de Kill Bill son, sin duda, precisamente sus espadas. Estas armas no solo son impresionantes por su diseño, sino que representan la esencia de cada personaje. Tenemos así:
· La Katana de La Novia: La más emblemática y característica de la serie. Una espada forjada por Hattori Hanzo, que representa la pureza del propósito, la determinación, el valor y el renacimiento. Su diseño curvo, precisión y estética la convierten en una extensión misma de su portadora y en cada duelo logran denotar que su curvatura y filo permiten un estilo de combate basado en cortes precisos y veloces.
· La Katana de O-Ren Ishii: Esta katana captura la esencia de su dueña, la despiadada jefa de los Yakuza. Curva y decorada con gran detalle, refleja tanto la disciplina como la ferocidad de O-Ren. Carente de Tsuba, y nombrada como una espada Hanzo también.
· La Katana de Budd: Otra katana Hanzo. Conservada en secreto sin haber sido utilizada, pero su presencia simboliza el peso del pasado y la violencia latente en un guerrero que renunció a su camino.
· La Katana de Bill: También forjada por Hattori, diferencia de otras, presentaba una hoja más recta y pulida, simbolizando su elegancia y dominio. Es el reflejo perfecto de su carácter: letal, calculador y, al mismo tiempo, sofisticado.
La Estética de la Violencia y el Código del Guerrero
La violencia en Kill Bill está cuidadosamente coreografiada, con un estilo visual que homenajea al cine samurái y las películas de kung-fu. Pero lo que realmente resalta es el respeto que cada personaje muestra hacia su espada, casi como si fueran reliquias sagradas, algo que sin duda hace honor a la profundidad que estas armas han tenido a lo largo de la historia para sus portadores y para las propias culturas de las que provienen.
