La saga de Los Inmortales (Highlander) ha fascinado a generaciones con su mezcla de acción, fantasía y filosofía sobre la inmortalidad.
Aunque los fans más reconocen a Connor MacLeod, interpretado por Christopher Lambert, y a Duncan MacLeod, encarnado por Adrian Paul, una pregunta permanece entre los seguidores más acérrimos: ¿existe algún otro MacLeod inmortal en el universo?
Este artículo no solo responde a esa cuestión, sino que explora la figura esencial del maestro de Connor, Juan Sánchez Villa-Lobos Ramírez, su espada icónica, su entrenamiento y el legado que dejó en el Highlander original, la importancia en la vida de Connor y porque éste lo considera como perteneciente a su clan.

¿Hay otros MacLeod en además de Connor y Duncan?
Dentro del universo de Los Inmortales, los únicos MacLeod inmortales oficialmente confirmados son Connor y Duncan.
Ambos pertenecen al clan escocés MacLeod, aunque nacieron en años diferentes. Connor nació en 1518 en las Tierras Altas de Escocia, mientras que Duncan nació en 1592, también en Escocia.
A pesar de compartir apellido y orígenes similares, no están directamente emparentados por línea sanguínea directa, lo cual es coherente gracias a la naturaleza de la inmortalidad.
Sin embargo, existen rumores entre los fans y algunas menciones en cómics y novelas de personajes que podrían formar parte del linaje MacLeod, pero ninguno ha sido canonizado en las películas o la serie. Por tanto, oficialmente, solo Connor y Duncan representan a ese clan entre los inmortales.

El maestro de Connor MacLeod:
Ramírez, el mentor eterno
La historia de Connor cambia radicalmente cuando, tras sobrevivir a una herida mortal en batalla, descubre que no puede morir.
Rechazado por su clan y considerado un demonio, su vida da un vuelco con la llegada de Juan Sánchez Villa-Lobos Ramírez, un enigmático inmortal que se convierte en su mentor.
Ramírez, interpretado magistralmente por Sean Connery, es un espadachín experimentado nacido en el antiguo Egipto, que ha vivido más de 2.000 años.
Le enseña a Connor no solo a luchar, sino a comprender lo que significa ser inmortal. Le explica las reglas del "Juego", la lucha eterna entre inmortales donde solo uno puede quedar y obtener "El Premio", y le advierte sobre Kurgan, un poderoso inmortal malvado que busca eliminar a todos los demás para conseguir el poder absoluto.

La espada de Ramírez: una joya japonesa
Uno de los elementos más emblemáticos de Ramírez es su espada: una katana japonesa excepcional, forjada en 593 d.C. por el legendario maestro forjador Masamune.
Esta katana es única no solo por su origen, sino por su diseño y simbolismo.
La espada de Ramírez es, como toda katana, de hoja curva y extremadamente afilada; con una tsuba (guardamano) dorada y ornamentada, su empuñadura está envuelta en piel y seda roja, con detalles decorativos que revelan el arte refinado del Japón antiguo. La vaina, negra con detalles dorados, contrasta con la hoja plateada y brillante, forjada en acero de altísima calidad.
Simbolismo y poder
La katana representa más que una simple herramienta de combate. En Los Inmortales, las espadas reflejan el alma de sus portadores.
Ramírez, aunque egipcio de nacimiento, adoptó las tradiciones samuráis durante sus siglos de viajes y aprendizaje. La elección de una katana representa su filosofía de equilibrio, honor y precisión en el combate.
Al legársela a Connor, transfiere también su legado y sabiduría.

El entrenamiento de Connor
Ramírez enseña a Connor a luchar con la espada, a percibir la energía de otros inmortales, a conectar con la naturaleza y a controlar sus emociones.
Le inculca que la inmortalidad no es una bendición sin consecuencias. Le habla del dolor de ver morir a seres queridos, y de la soledad que conlleva el don de no envejecer.
A través de duras sesiones de entrenamiento, Connor aprende técnicas avanzadas de esgrima, meditación y filosofía. Estos conocimientos lo preparan para enfrentar a Kurgan, el enemigo más temido de todos los inmortales.













