El fin de semana del 5 y 6 de julio de 2025 acaparará la atención del fandom mundial: durante la Anime Expo de Los Ángeles se proyectarán de forma anticipada The Summer Hikaru Died y Bad Girl, dos producciones que, aun perteneciendo a géneros opuestos, comparten ambición técnica y distribución global inmediata.
The Summer Hikaru Died:
Terror rural y duelo existencial
Adaptar el manga de Mokumokuren exigía preservar su mezcla de melancolía y horror y CygamesPictures confía esa tarea al director Ryōhei Takeshita, cuyo currículum en escenas de tensión sobrenatural se forjó en Jujutsu Kaisen.
La serie se verá simultáneamente en Nippon TV, ABEMA y Netflix, lo que garantiza alcance inmediato tras la première de la Anime Expo.
La obra se sitúa en Kubitachi, un valle aislado donde Yoshiki descubre que su amigo Hikaru ha sido reemplazado por una entidad que reproduce recuerdos y gestos con macabra precisión.
Este planteamiento no recurre a sobresaltos explícitos: cultiva un terror psicológico basado en silencios prolongados, miradas evasivas y la sospecha de que la realidad cotidiana ha sido sustituida por una réplica imperfecta.
El equipo visual potencia esa atmósfera con secuencias “dorodoro”, animadas por Masanobu Hiraoka, cuyo trazo fluido deforma la imagen cuando lo sobrenatural irrumpe.
El contraste se refuerza con diseños de Yūichi Takahashi, caracterizados por líneas limpias que hacen más inquietantes las alteraciones orgánicas del impostor.
La banda sonora alterna el tema de apertura “Saikai”, de Vaundy, con el cierre “Anata wa Kaibutsu”, de TOOBOE; ambas canciones subrayan la dualidad entre afecto y amenaza.
El manga original, publicado en 2021, suma más de tres millones de copias y nominaciones a los Manga Taishō y a los premios Eisner, indicios de un interés previo que Netflix aspira a convertir en fenómeno global.
La proyección especial en TOHO Cinemas Shinjuku y el panel con el autor en Los Ángeles refuerzan la estrategia de lanzamiento simultáneo en los dos principales mercados de anime.
Bad Girl:
Comedia escolar con giro subversivo
Veinticuatro horas después del estreno de Hikaru, la Anime Expo exhibirá el primer episodio de Bad Girl, adaptación del yonkoma de Nikumaru producida por el estudio Bridge.
Dirigida por Takeshi Furuta y escrita por Shoji Yonemura, la serie satiriza los clichés de “chica modélica” al narrar la metamorfosis autoimpuesta de Yū Yutani: alumna brillante que se vuelve deliberadamente rebelde para impresionar a Atori Mizutori, presidenta del comité disciplinario.
A diferencia de otras comedias escolares, el motor dramático no es la transgresión involuntaria, sino el cálculo consciente de Yū, cuya caída en gamberradas mide hasta dónde renunciará a su identidad para obtener reconocimiento afectivo.
El reparto vocal —Azusa Tachibana (Yū) y Niina Hanamiya (Atori)— sostiene el humor sin diluir la tensión romántica.
La música de Arisa Okehazama, habitual en The Apothecary Diaries, y el enérgico opening “Super Big Love!” de Tenrogun establecen un tono pop que contrasta con los interiores sobrios del instituto; esa disonancia visual refuerza la lectura crítica de las jerarquías escolares.
Tras su paso por la Anime Expo, el estreno regular llegará el 6 de julio a Tokyo MX y BS11, además de Amazon Prime Video, DMM TV, ABEMA y la plataforma global HIDIVE, lo que facilitará un despliegue simultáneo en mercados anglófonos y asiáticos.
Estrenos gemelos y sinergia industrial
Programar dos preestrenos de géneros tan dispares en el mismo evento no obedece al azar. Netflix apuesta por The Summer Hikaru Died como estandarte de terror psicológico, mientras que King Amusement Creative y HIDIVE buscan con Bad Girl captar al público que demanda narrativas ligeras tras la intensidad dramática de otros títulos del calendario estival.
La Anime Expo 2025 ofrecerá un contraste elocuente entre la perturbación existencial de The Summer Hikaru Died y la irreverencia luminosa de Bad Girl.
La primera invita a cuestionar qué define la autenticidad de un vínculo cuando la presencia física deja de garantizar humanidad; la segunda demuestra que la búsqueda de aceptación puede subvertir los códigos de conducta más férreos.
Al presentar ambos estrenos en un mismo recinto y fin de semana, la industria evidencia que el anime moderno es capaz de abarcar, sin fisuras, desde la melancolía cósmica hasta la comedia estudiantil más desenfadada.
Para críticos, fanáticos e incursionistas novatos del anime, la cita promete convertirse en el termómetro que medirá los rumbos narrativos de la animación japonesa en la segunda mitad de la década.
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