Dentro del legendarium de J.R.R. Tolkien, pocas espadas combinan la majestuosidad de lo antiguo, el poder de la luz y la sabiduría del portador como Glamdring, la legendaria hoja que acompañó a Gandalf durante sus batallas más decisivas.
Esta espada no sólo posee una historia milenaria, sino que representa el vínculo entre las edades antiguas y la lucha presente contra el mal en la Tierra Media.
Portada con gracia por uno de los personajes más influyentes de la saga, Glamdring es sinónimo de autoridad, poder y herencia élfica.
Desde su forja en los salones de Gondolin, hasta sus resplandores ante orcos y demonios, esta hoja es una de las armas más respetadas en El Señor de los Anillos.

Origen antiguo: forjada en Gondolin
Glamdring, también llamada Martillo de enemigos, fue forjada durante la Primera Edad en la ciudad élfica de Gondolin, una fortaleza secreta de gran belleza y poder que cayó finalmente ante el asedio de Morgoth.
Fue empuñada originalmente por Turgon, el rey de Gondolin, y usada en guerras contra balrogs y ejércitos oscuros.
Tras la caída de Gondolin, Glamdring desapareció durante siglos.
Su reaparición, mucho después, tiene lugar en las cuevas de los trolls donde Bilbo y los enanos se resguardan en El Hobbit.
El hallazgo junto a Dardo y Orcrist
Durante la travesía narrada en El Hobbit, Gandalf, Bilbo y los enanos encuentran una caverna troll llena de tesoros y reliquias. Allí descubren tres espadas élficas: Dardo, Orcrist y Glamdring.
Gandalf elige la más poderosa de las tres: una hoja de aspecto noble, luminosa y perfectamente equilibrada. Desde ese momento, Glamdring se convierte en su arma fiel, aunque rara vez la desenvaina sin necesidad extrema.
A diferencia de los guerreros humanos o elfos, Gandalf porta Glamdring como símbolo de su autoridad, y sólo la utiliza en momentos de gran urgencia.

Descripción física: elegancia élfica con filo letal
Glamdring es una espada de tamaño considerable, elegante y refinada como todo lo que proviene del arte élfico.
Su hoja es plateada y brilla con una luz azulada cuando hay orcos cerca, como otras espadas de Gondolin.
El nombre "Glamdring" está inscrito en tengwar, el alfabeto élfico, y la empuñadura suele representarse como curva, con guarnición de plata y motivos élficos tallados.
Es una espada larga, probablemente una hoja bastarda o incluso una espada de mano y media, diseñada para combates épicos.
En manos de Gandalf, su manejo es ágil, certero y poderoso, a pesar de que el mago no es un guerrero tradicional.
Glamdring y Gandalf: la luz contra las sombras
Gandalf usa Glamdring en algunos de los momentos más memorables de la saga. Ya en El Hobbit, la empuña contra los trasgos en las Montañas Nubladas. Pero es en El Señor de los Anillos donde su papel se vuelve crucial. (Aunque si aún no sabéis a que me refiero y no os gustan los spoilers os recomiendo pasar al siguiente subtitulo).
En Moria, cuando el grupo es emboscado por orcos y un balrog, Glamdring brilla intensamente.
Gandalf la empuña junto a su bastón en el Puente de Khazad-dûm, donde se enfrenta al balrog en una escena icónica.
Aunque finalmente cae al abismo, Gandalf regresa como Gandalf el Blanco, y continúa portando Glamdring como parte de su nuevo rol.

Simbolismo de Glamdring
Glamdring representa varios conceptos clave en la mitología de Tolkien:
- Conexión con la Primera Edad: al venir de Gondolin, une el pasado glorioso con la lucha presente.
- Sabiduría y fuerza: su portador es un Istari, un ser espiritual enviado para guiar, no para dominar.
- Luz contra oscuridad: literalmente brilla ante las sombras, y metafóricamente es guía frente al mal.
- Poder oculto: no siempre visible, pero siempre presente, como la propia esencia de Gandalf.
El destino final de la espada Glamdring
Al final de la Guerra del Anillo, Gandalf parte hacia Valinor junto con Frodo, Bilbo y otros elfos.
Aunque Tolkien no especifica qué ocurre con Glamdring, se asume que el mago se lleva consigo su espada, junto a su bastón y su sabiduría, cruzando el mar hacia el Oeste eterno.
Sin importar su destino o si acompaña al mago como su último portador o espera por otro individuo digno de reflejar su esencia, esta espada es, sin lugar a dudas, una de las más inolvidables de toda la literatura fantástica.





















